Poema de Ricardo Juan Benítez
Caribeña
Una maleta a medio hacer
poco espacio para guardar.
En la punta de aquel cerro
se durmió una nube solitaria,
Y en sus sensuales laderas
titila un caserío abigarrado.
Sus empinadas cuestas
...................... me llevan
a un farallón
............... al borde de la nada.
El Ávila durmió sueños de algodón,
en una noche con aroma a nostalgias
....................................... y a ron
Amanece lentamente en la mar,
hombres y pelícanos van de pesca
tras un misterioso rastro de sal.
Llegó la hora de doblar mi alma.
ahora es parte del equipaje.
© Ricardo Juan Benítez
Foto enviada por el autor del poema
11 Comments:
Que hermoso Ricardo los dos versos finales, para cerrar el círculo, entrecruzar el lazo. Muy lindo, una pinturita...
Lily Chavez
¡Llevarse el alma doblada como parte del equipaje! ¡UAUUUUUUU!
Y esa foto que ilustra el paisaje contado en palabras...
Una maravilla tu poema, Ricardo.
Aplausos y un gran abrazo
María Rosa León
Querido Richard,
has logrado crear un clima de atrayente misterio en cada verso, y poco a poco, hemos compartido tu viaje y tu maleta llena de sueños, nostalgia y delicado erotismo, con un cierre estupendo: /"llegó la hora de doblar mi alma/ahora es parte del equipaje"/
Un precioso regalo caribeño en esta entrega, te felicito!
abrazo enorme
Elisa Dejistani
Mientras leía me iba dando cuenta de que se estaba narrando algo y hasta presentí que el final iba a ser de antología. Y lo fue. Me recibí de gurú. Vos hace rato que te recibiste de poeta. Estás ejerciendo con chapa en la puerta. Un beso enorme.
Jorge Luis Estrella
Bello viaje poético , especialmente cuando se lleva en la maleta el alma Leonor
Hermoso poema, hermosa ilustracíón.
Un abrazo Ricardo
Alicia Borgogno
Sí señor.
Así se escribe un poema perfecto.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Excelente poema de un alma viajera, la flecha de Sagitario te lleva a vos mismo en cada itinerario y al regreso, el maestro interior sintetiza la experiencia y ofrenda el poema, gracias por la generosidad!!! un abrazo, María Chapp
..."Misterioso rastro de sal"...
Soberbia descripción que hace más hermoso este poema (si eso fuese posible). Felicitaciones y un beso.
Ricardo
he disfrutado de tu poema igual que si estuviera de viaje por algún país de sol y mar, con el alma en el equipaje dispuesta a sentir cada una de las emociones que se pintan con tus palabras. Muy bello. Eduardo Chaves
David Antonio Sorbille dijo...
Admirable poema Ricardo. Un abrazo.
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