Prosa de Sebastián Barrasa
Costumbres
La primera mañana, te quejarás del frío; te costará salir de la frazada y subirás a tu baulera a buscar los guantes y el sobretodo.
La segunda mañana amanecerás crispado por tus estornudos y tus toses.
Para la quinta noche, ya se habrá hinchado tu nariz, te molestarán las orejas y sentirás el ardor de la miseria al tragar.
La urticaria del pullover, te aparecerá el domingo.
Al final del segundo mes, te hallarás arropado en un rincón, pegado a la estufa y contando los días que aún faltan para la época estival.
A los tres meses, te habrás cansado de usar los mismos pulloveres, los mismos sacos, las mismas bufandas. Regalarás tus bermudas, tus mayas y tus remeras, y entrarás a los locales para renovar tu ajuar de abrigos.
Luego de dos años, ya no querrás cubrirte tanto. Retomarás el placer de los helados y esperarás ansioso las nevadas.
Después de cinco años, volverás a caminar desnudo por las calles.
Pasadas las dos décadas, el calor no será más que una leyenda.
© Sebastián Barrasa
16 Comments:
Gracias Gus!
es la primera vez que me publican este poema.
Este hipotérmico -que no muerto de frío (aunque a veces, sufriéndolo, así lo enuncio y me quejo)- se caldea de gozo, Sebastián, ante tu texto.
R. R.
www.revagliatti.net
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Y lo felicito a Gustavo por publicarlo y por la ilustració. Un abrazo a los dos. Alda Salzarulo
Ese es el peligro, Zaiper, porque al final todo se hace costumbre...
Muy especial tu poema, muy especial.
Celina
Hola Sebastián, muy bueno cómo fluye este poema que nos hace estremecer de frío hasta insensibilizarnos, entramos en tu mundo donde fantasmagórica
mente ya no sentimos más frío, nos has convencido de que el frío es psicológico. Tal vez así opere en nosotros la sociedad, para quitarnos la lucidez. Saludos,Sebas, muy logrado
Irene Marks
felicitaciones Sebastián!!
Realmente lo disfruto y me permite "pensar", que no es poco.
Un cariño
Brillante, Sebastián, la costumbre hace que hagamos cosas sin asidero.
abrazos
Elisabet
no me gusta el invierno y me gusta tu texto, que nos quede el calor de las palabras después de todo...Muy bueno!
no me gusta el invierno y me gusta tu texto, que nos quede el calor de las palabras después de todo...Muy bueno!
Buenísimo texto, Sebastián.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Muy bueno, Sebastián, con tu sello. Bien hilado, abriga, che.
¡Otra de tus genialidades, Zaiper!
Relamente es un poema para pensar.
Y eso no es poco...
¡Bravo! ¡Bis! ¡Da Cappo!
y besos
María Rosa León
Gracias gracias a todos!!!
Un poema justo para estas épocas de estufas encendidas... aunque tal vez diga otra cosa... creo. Tal vez si hubiese hablado de la preparación de fideos con pesto, o de la confección de Obeliscos en maza o celulares touch screen o de jubilados protestando todos los miércoles frente al congreso o de viejas girando todos los jueves alrededor de una pirámide de marzo o de la proliferación de pibes pegados con poxiran a las veredas, tal vez si hubiese hablado de eso habría dicho lo mismo.
Ese es el problema. Que algunas cosas, terribles cosas, se hagan costubre y desaparezcan.
María Rosa...
estoy esperando eso...
vos sabés qué.
Muy bueno, me gustó mucho este poema...Any Carmona
Muy bueno Sebas
detesto el frío y todas las cosas que debo poner sobre mi cuerpo
disfruté tus palabras
desde graciela abrazo
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