Poema de Jorge Luis Estrella
HIPOPÓTAMO
Tenía un hipopótamo en el living
y no se acordaba desde cuándo
porque de niña había ido a un colegio de monjas
lo que le ocasionó problemas de vejiga.
Claro que si unimos cada acto
aunque mínimo
y en el principio de la ecuación
ponemos la infancia
ésta erosiona los otros factores
y es muy difícil después articular palabra adulta.
Ella, no sólo su infancia, ella toda,
de tan díscola,
no quería comprender que la intensidad de la lluvia
había superado lo previsible
y, que en estas condiciones,
no sería nada extraño
compartir su casa con un animal acuático.
Lo peor de todo había sido irse
con un colombiano a Noruega
y ahora, de nuevo aquí,
sola,
en un Buenos Aires inundado,
con tres meses de embarazo
y un poema rondándole el cerebro.
El paquidermo tal vez estuviese
desde el diluvio anterior
como un regalo incómodo de sus ancestros
o, entrados a conjeturar,
quizá fuese una metáfora de su abuelo.
El niño le nacería en septiembre,
ella lo montaría en el animal
y esa sería su cuna
hasta que cumpliera los treinta y cinco años.
Las mujeres saben lo que hacen,
sólo habría que traer algunos pájaros,
de esos que rascan a los hipopótamos
porque, de volverse histérico,
se convertiría en ruido molesto para los vecinos
como cuando ella pone música del Caribe
a todo volumen.
Lo cierto es que cuando se produce algo
parecido a un diluvio
no es cuestión de atenerse a una lógica
demasiado estricta
y es casi mejor como figura paterna
un gordo mamífero que algún delgado bífido.
Si alguien le dijera
que su hijo iba a ser irremediablemente
un drogadicto
porque tenía un padre colombiano
ella contestaría:
“pero si ni siquiera lo reconoció”.
Era más probable que,
ante el río que patrullaba las calles,
su hijo le saliera valiente,
para decirlo de otra manera
con agallas,
para decirlo de otra manera
un pez.
Claro que la inquietaba un futuro
en el que se encontrara viviendo
con un hipopótamo y un surubí,
los tres formando una familia tipo
porteña
de estos tiempos que corren.
Y no podía echarle toda la culpa a las monjas
o a la sociedad de consumo
o al cartel de Medellín
o al gobierno
o a la lluvia
aunque nadie puede negar que siempre
alguna culpa tienen.
© Jorge Luis Estrella
36 Comments:
Jorge
creo que este texto está lleno de magníficas sugerencias que nos hacen pensar sin descanso. Símbolos de esta vida común, maneras de nombrar ciertos conceptos que cargamos en cada día de la vida. Tu historia me encantó.
Eduardo Chaves
Infancia, útero, personalidad, una parábola de los días inmemoriales que nos siguen construyendo a cada día. Saludos Jorge!
¡Ay, por favor!
Yo tuve dos elefantes en casa, pero se fueron porque no les gustaba la dieta de la luna. Menos mal. Me dejaban el piso hecho un desastre.
¡Grande, Jorge!
Un abrazo,
Alicia Márquez
Hermoso poema lleno de bellas imágenes...Te felicito...Any
Querido Jorge:
Una muestra -no pequeña, por cierto- de tu maravillosa ironìa poètica digna del surrealismo, para tener en la mesita de luz...
Marcelo Luna.
Jorge, como siempre en tus textos, este poema se va desenvolviendo con un movimiento que recorre, como dice Eduardo, símbolos de la vida. Y ese humor final que nos queda luego de haberte leído.
Un abrazo
Amalia Abaria
David Antonio Sorbille dijo...
Tu poema es tan grande como el hipopótamo. Por si no te lo dije antes, sos un fenómeno Jorge. Un abrazo.
Desbordante, exagerado, desmesurado, poema al estilo de algunas películas de Fellini . Genial.
MARITA RAGOZZA
Hay maestría, imágenes desopilantes, un engranaje de palabras que hacés funcionar tan bien Jorge Luis Estrella!! Y uno no puede dejar de elogiarte porque todo se combina en vos, todo, ese ser maravilloso que tiene la cabeza llena de poéticos pájaros. Te quiero, felicitaciones una vez más.
Lily Chavez
Jorge, una deuda interna de la que todos, de alguna manera, somos culpables.
besos
Elisabet
Siempre el humor transforma cualquier realidad desquiciada en la cual vivimos; gracias por el aporte maravilloso de tu poesía :)
Jorge, enfant terrible de la poesía. ¿No sabes que yo tengo un hijo colombiano? Pero no tengo un hipopótamo, no hay hipopótamos en Colombia... por eso se puso contento cuando vio al fin uno en el zoológico de Munich, aunque no hay hipopótamos en Alemania, ¡ahora comprendo!
Y si uno te sigue la corriente puede volverse tan desquiciado como tu poesía. Pero que siempre tiene una punta de flecha para tocar alguna fibra sensible.
Un abrazo
Celina
Estimado poeta Estrella: no se puede creer esta madeja que tejen y destejen las palabras, entre el hipopótamo y las monjas, entre la inundación de Buenos Aires y el padre colombiano. Ironía tras ironía, la droga y la hipocresía, el gran hipopótamo que se alimenta de los sinsabores de los otros, que calla y otorga. Y se sufren las consecuencias.¡ Excelente y muy humano!Saludos poéticos Irene Marks
Simbolismo y realidad en tus versos querido Jorge. Esa figura del hipopótamo realizando el lance, cogiendo la historia, dale y dale.
Besos amigo y Maestro. Julia
Qué maravilla, este hombre juega con las palabras y lo hace con inteligencia, seriedad y buenísimo humor, ¡cómo no admirarlo!
Un gran abrazo, Jorge
Betty Badaui
Pero Jorge, cómo hacés para esgrimir tamaña chispa, y no quemarte? Este poema me habla en secreto de tus más fructíferos delirios. Gracias!
Jorge:
Creatividad y juego para aplaudirte! Me encantó este Hipopótamo...felicito a tu niño divino!, Un abrazo, Montse Bertrán
Yo me aprendo los poemas tuyos de memoria!!
Besosss
Sí, Jorge Luis, el hipopótamo se parece mucho a la realidad; otro poema de antología, y van...
Siempre es un gran gusto leerte, tanto como hablar con vos.
Un fuerte abrazo
Mariano Shifman
ironocamente magnifico.gracias! abrazo imiaz
Querido Jorge: mi admiración es tan grande que puede parecer obsecuencia. ¡Que parezca lo que sea! (menos un accidente)
Tu poesía es absolutamente impredecible, delirante, enérgica y desbordada. Y vayan simbolismos y surrealismos surtidos como en botica.
Por otra parte, Jorgito ¿Sabías que debajo de mi cama tenía un cocodrilo? Por dos motivos prácticos le tuve que hacer extraer su dentadura:
A)Cada vez qua tenía dolor de muelas se ponía insoportable.
B)Se comia mis pantuflas.
Jorge Luis... gracias por la poesía y el buen humor.
En todo principio de ecuación y de articulación de la palabra estas vos, desde antes hasta después siempre estaras vos, brillando y brillante.
Cómo te ad/ miro mi Jorge Luis Estrella.
Sensiblemente, ojitos de cielo.
Permiso maestro, lo que deseo ahora es soltar carcajadas; pero, ¿qué de cosas dices en estos versos que de ninguna manera son para reír?.
Admirable talento.
Gracias y un fuertìiisimo abrazo
Andrea (la caribeña jajjaj)
creatividad absoluta, redondita,exquisita,
saludos
anahí Duzevich Bezoz
Querido Jorge: Un pasaje por sentimientos, sensaciones, reflexiones, humorismo. Con el sello particular, irrepetible de tus poemas. Un abrazo. Miguel Madrid
UN HIPOPÓTAMO EN EL LIVING!! que maravilla , que maravilla este poema que llega a sentarse en mi living como un hipopótamo , en mi casa, yo que fui a las monjas y sin embargo guardo varios monstruitos en los rincones... Este hermosísimo poema me recordó tantas cosas y me encantó. Un abrazo Leonor
tus poemas son una fauna descontrolada y hay tantísimo sentido en esa faz de la locura, hay que leerte con microscopio Jorge Estrella, y a veces con un telescopio, según el caso.
Vos solito sos una constelación de asombros...
bravo Jorgito:
Una vez jugamos con un poema mío sobre un elefante
ahora entiendo o no?
Tu ironía y humor destellan en humans consecuencias
desde graciela abrazo
primero, me fascinó el texto, todo!!!!
segundo: lo que dice ricardo respecto al cocodrilo, nosotros en nuestro departamento, cuando vivíamos en la ciudad con mi mujer, teníamos un yacaré, que solía meterse en la ducha cuando nos estábamos bañando, no era para nada manso, más bien malhumorado, pero convivimos con él bastante tiempo, lamentablemente cuando llegamos a tener nuestra casa en los montes, con río y demás cosas que le hubiesen gustado mucho, ya había muerto... fué triste su partida... en fin, que sé yo...
tercera: respecto a la historia que contaste en tu texto, debe de ser la de la vecina de arriba, ya que varias veces a mi gato, un siames tremendo, le tuve que sacar de la boca un surubí y lo que es peor, es tener que haber subido al depto. de ella a sacar el mismo gato de las fauces de la enorme bestia que placidamente lo ocultaba con sus labios cerrados, muy estiradito sobre un sillón viendo tele, sólo los maullidos del pobre gato desesperado lo delataban y ella, la vecina, comenzaba a los gritos... casi seguro que es a ella a la que te referías...
un abrazo enorme, disfrute mucho tu texto, genial desde todos los ángulos
francisco
Jorge: qué vertigo humorístico, mordaz y geniallll tiene tu poema.
Cuántas verdades tan particularmente pintadas!!
Un enorme cariño.
Mirna Celis.
jorge querido tocayo...siempre detras de la sonrisa...tu ternura constante..un abrazo!!!!!
solo tu puedes escribir con una ironia risueña que da gusto, y llevarnos de la nariz encantados de leerte, es muy particular llena de surrealismo y genialidad.
un abrazo compañero, un placer conocerte
perdon jorge, olvide firmar, la que esta encantada y con placer de conocerte soy yo
patricia corrales
Qué puedo decirle. Esto no es poesía, esto es una vorágine.
Gracias
Abrazo
Alicia Perrig
Una delicia desopilante, un vértigo sociopoético!!!! besooooss querido Jorge!!!! María Chapp
Gracias Jorge por tanto fue un honor haberte conocido estarás seguramente en el corazón del viento 💓
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