Poema de Graciela Caprarulo
incubé el sueño por todos los caídos,
por los que renunciaron
noche a noche sostuve encendidas las velas
y alrededor del fuego invoqué
en los templos solares sacrifiqué la rosa
morí en los solsticios
para nacer de nuevo
fui el soldado arrepentido, la meretriz
el árbol seco de la mitología
fui el ruiseñor en la jaula de oro
con cada viento errante atravesé los cielos
resonaron en mí tambores y delirios
anidé con el cóndor
custodié los secretos hasta que despertaran
fui el sello oculto en los círculos herméticos
la profecía no cumplida
descifré los signos ocultos en la roca
hice la pregunta correcta en el castillo
perseguí a los puros, asesiné en el nombre de Dios
ardí en el nombre de Dios
naufragué en un océano lleno de rencores
me limpié con el agua de la Vida
presencié el viaje del faraón en la pirámide
descendí al inframundo
vi la serpiente, la amé
me liberó
sigo incubando el sueño y aguardo
hasta que vengan por mí
los que se fueron
© Graciela Caprarulo
6 Comments:
te sigo, querida amiga, amo tu poesía! Ro
¿Acaso es la historia de la humanidad? Muy hermoso y esperanzador al final.
Querida poeta Graciela:
¡ Gran poema que encierra aconteceres de la vida , del bien y del mal!
Un abrazo
Xenia
Hola Graciela. Me sentí arrastrada en una vorágine de secuencias históricas que son tú misma y somos todos. Buenísimo!!!
Saludos
Andrea
Todo lo dice tu poema.
Gracias
un abrazo
Deslumbrante y carnal. Felicitaciones. Ana Guillot
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