Poema de Jorge Figueroa

DOMINGO

Que bueno repetir tu nombre sin que nadie escuche
correr los muebles del ayer aunque duela y griten
esa lámpara llena de besos que amaneció dormida
junto a la última foto repleta de sonrisas falsas
aflojo estas horas muy despacio, dejo que salgan
a pasear sin mí, libres de pecados y reproches
una caricia es furia que brota sin querer
apabulla con mordiscos los instantes dormidos
sin escudos asomo al sol, sin rebeldía
no trato de llegar a ningún lado, perdí las llaves
de puertas que nunca fueron mías
de andar clavado en la espalda de los trenes
hoy me debo una canción, un as de espada
un día abierto, una duda, tal vez un resbalón
un pelliscon en los labios de mi memoria
así llego despierto a ser ciclón
aunque no quieras


© Jorge Figueroa