Poema de Susana Roberts
¡A QUIEN LE IMPORTA!
¡A quién le importa mis huesos!
hilándose solos
en los segmentos semidesnudos del algodón
¡A quién le importa!
mi carne mis pupilas
el vagabundear áureo de mis sueños
en el silencio de todo este dia
¡A quién le importa !
si mañana muero hijo
hoy es domingo
tu llamado parpadeó
entre las sombras
Si nada importa
me irè a la huerta
donde esperan mis años
su lectura
Me abrazaré al rio en su festejo
que sabio va enredando la tarde
trepando con historias los enebros
Y tal vez me embriague
con las luces que destiñen los bancos
en el pendular paisaje espacioso y seco
en las siluetas del otoño
© Susana Roberts
3 Comments:
la soledad y el desamparo tan bien expresados...
Anahí Duzevich Bezoz
A mí me importa querida y lejana amiga. En tu aparente soledad, hay muchos seres que te alientan, alma a alma. Te quiero acariciar en la palabra, y regalarte mí mano emocionada. Abrazos. Antonio.
Tu elegía, siempre bella, me recordó dos poemas de mi adolescencia…
Adiós a ti
Si al perder mi vida
consigo que tu lágrima suicida
recorra tu triste mejilla
hasta esfumarse en el olvido
de un “Nunca te he conocido”.
Si es otra la expresión que te anima
pido no reconozca medida
en esta anunciada despedida
de este adiós a mi vida.
Aunque en realidad no es lo que deseo,
pues tu sonrisa te aseguro
me quitaría este apuro
devolviéndome el aire que respiro
cada vez que te veo.
¿Quién me extrañaría?
Si el destino decidiera que desaparezca
anticipándome el final alguna extraña noche
que sienta el día entero como un derroche
sin dejar rastros ni huellas
para cuando amanezca...
¿Qué sucedería entonces,
cuál sería la reacción?
¿Habrá por mí alguna manifestación
o simplemente
silenciarán sus voces?
Si transcurrido cierto tiempo
el destino no encontrara motivo
para devolverme otra vez vivo
entendiendo que no hay reciprocidad
por aquello que yo siento...
¿Qué acontecería en ellos ahora,
viendo definitiva mi partida?
¿Existirá alguno que diga
que todo lo hecho
nadie valora?
Si al desaparecer
nadie encuentra algo en lo que haya dejado
hasta yo mismo terminaría con mi vida
por no haber sabido dar
desde mi ser.
Por ello es necesario el valor
para preguntarle a la vida
¿quién me extrañaría?
antes que la muerte despoje
lo que hay en nosotros de amor.
Agustin
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