Poema de Magdalena Guerrero Martínez
Desde el balcón
En el balcón de las carentes
rocé mi brazo con el brazo
de multitud de congéneres
y entrecerré los ojos
para abarcar panoramas:
observo hombres llenos
de madre sedientos de más
madre,
deseantes de que se los mire
con arrobo, se los arrope,
mime y consecuente
a trasmano.
Aunque de buena leche se hallan
embriagado, más sed los atenaza
según pasa el tiempo.
Si carencia impronta, exceso sella,
y a esos hombres, de anhelo
les brotan alas,
se les crispa el corazón
si esperan,
se afinan para dominar zalamerías
de macho
y educan sus puños para reclamar
duro.
Exigencia es su lenguaje.
Con el desamparo que cubre a media
humanidad,
diviso mujeres de andar zigzagueante:
truecan hacerse acompañar de una imagen
que se desgasta día a día,
por dilapidar cuidados puntuales.
Secan sus sueños trasegando
canto por llanto.
Privaciones ayuntadas con sobredosis
pueblan albergues, cárceles, callejuelas
perdidas y hogares sin paz.
Desde el balcón de las carentes
rocé mi brazo
con el de mis congéneres.
Ahí y desde ahí sólo escuché
voces en descampado.
Infinito silencio.
© Magdalena Guerrero Martínez
3 Comments:
ya desde el título se nos hace un poema "que mira el mundo, mejor dicho a los seres del mundo", desde un lugar sin participar.
Muy buenas imágenes, crudas y reales.
Saludos
Anahí Duzevich Bezoz
Magda:
Que poema tan fuerte y real. Imagenes muy bien esbozadas con un lexico preciso y contundente.
Muchas felicidades por la hechura, como siempre, me impactan tus poemas. Muy bien.
Un abrazo
Carmen Amato
Imágenes excelentess. me gusta este ritmo . Bbesos
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