18.8.06

Poema de Marizel Estonllo



DUO


He visto a un hombre en una esquina
besando desesperadamente a una mujer.

La tarde
eco de otra tarde poseída de soles untuosos
vestigios de un verano postergando la despedida
como él,
arañando su boca en la brevedad.

He visto a un hombre
besando desesperadamente
a una mujer
mientras la muerte se escondía del sol
mientras el horror crecía en las calles
como el hambre ensuciada en las manos de los niños
y de los que fueron niños.

He visto a un hombre tomando entre sus manos
el rostro de una mujer
besándolo sin cesar
a la tarde
en una esquina de la ciudad
donde había muerto un almacén alquilado
corroído por el óxido de un recuerdo.

Y he visto apenas
el rostro de esa mujer
una transparencia del dolor y la pobreza

Tiesa, recibía los besos interminables.

Se jugaba la última carta en el rincón de los desperdicios.

Los ojos de una máscara nos miran desde esa oscuridad
que asalta el orden de los mitos.


© Marizel Estonllo
Del libro” Una letra arrojada al fuego”

3 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Esa entrega final, ese cierto dolor...
Excelente poema Marizel.
Un abrazo Gus.

18.8.06  
Anonymous Anónimo said...

Por suerte, los besos interminables pueden asaltar el orden de los mitos.
Intenso y descarnado, el poema es ciertamente "una letra arrojada al fuego".
Muy bueno.

alfredo palacio

18.8.06  
Anonymous Anónimo said...

Muy buen poema, Marizel. Fuerte y de hondo contenido. Te felicito. Beatriz S.P.

29.8.06  

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