12.9.06

Poema de Paulina Vinderman



En ninguna parte


Es una extranjera en su ciudad.
La delatan su furia, su pasión por narrar,
el uso de palabras que atesora como talismanes
bajo la lengua quieta:
zapote, encarnadura, cielo mayor,
tiene miedo a olvidar.

Las luces se hunden en su insomnio
como piedras contra la argamasa en el imaginario.
El mundo se interrumpe en cada carta que
espera
y sólo canta en sueños, los puños apretados,
quién sabe qué canción que huele a flores
o a la sordidez de algún bar, donde alguien le cuenta
su vida,
el hocico húmedo contra su oreja paciente.

Ella teme olvidar pero el gran olvido la espera
junto al río.
“Perderme en un bosque, morir por amor,
no diluirme como la témpera en el vaso, no ser
Diego de Zama en la ribera”.

Regresa por calles bajas, temerosas,
se cruza con un afilador en bicicleta.
“Malecón”, murmura.
Definitivamente, está perdida.

© Paulina Vinderman

2 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Extranjera, perdida en la ciudad y en la vida...
Bellísimo poema.
Un abrazo Gus.

12.9.06  
Blogger Presentes Ausencias said...

¡Muy bueno! Sugiere, moviliza, emociona.

15.9.06  

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