Poema de Amalia Pérez
Mi suerte
la muerte trabaja a dentelladas
te arrincona como un lobo
avienta la bruma su cola
y los ojos clavan la noche en derredor
cuando era niña creía que me había tocado en suerte ser niña
que lástima la mamá
que era mamá y trabajaba todo el día
y la abuela
que lástima la abuela que le había tocado ser vieja
pensaba que a la vaca le sacaban un pedazo de carne para nuestra mesa
y luego seguía pastando
creía que dentro de la radio había hombrecitos pequeños
y que las naranjas nacían sin semillas y daba trabajo ponérselas
también creía en los reyes pero eso no es importante
lo importante es que mi abuela ya murió y mi mamá es muy vieja
mientras tanto
yo sigo cazando mariposas a la hora de la siesta
© Amalia Pérez
4 Comments:
Nunca podra vencer la muerte si tenemos al niño adentro y creemos cada día en la suerte de la vida...
Un abrazo Gus.
Bello poema, un ratorno a la inocencia.
Me conmovió tu viaje a la infancia, Amalia y más me encantó tu apuesta a la vida, con toda la energía de tu niña intacta.
Besos
María Rosa León
GUAUUUUUUUUu
mencantó amalia
desde graciela abrazo
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