Poema de Leonor Silvestri
Hacia Federico, instrucción de viaje
Extraño la sensación
tu sonrisa cálida, tus manos de mujer, livianas y suaves.
Te digo lo que desearía escuchar, el rojo de tus labios.
Tu elegancia me enciende.
Fuego.
Capto tu imagen,
la mato para que no se muera,
la almaceno eternamente
para invocarla en el calor.
Me vence.
Se reproduce con el mismo toque como
cuando la vi:
la cerviz inclinarse.
Susurro.
La muñeca quebrarse.
Fuego.
La humedad de tu boca llegó a tiempo,
tapiando esperas,
siempre a tiempo,
ignorante de la compasión
seguís, seguís y seguís
erizando las finas hebras de mis nervios,
tu reír como al pasar quema,
inundás los mil espacios de
mi mundo hostil,
tu pelo negro,
la forma de vestir de caminar.
Lacio.
Te veo y ya no puedo aguantar
Fuego.
Ojos fuertemente llorando aguardan lágrimas,
como si alguna vez hubieses estado.
© Leonor Silvestri
2 Comments:
Dolor por el amor que a veces se escapa, no llega a nosotros...
Excelente!
Un abrazo Gus.
¡Gracias, Leonor, por compartir tu poesía con nosotros y por recordarnos ese permanente viaje de ida y de vuelta por el amor y el desamor!!!
Cariños.
María Rosa León
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