Poema de Marian Muiños
TRABAJADORA
Para no sufrir abandoné la lira
y los soles
y perfumes
y sabores.
Tomé el destino
con rienda firme
y vi el precio de cada día
inscrito en la cabalgadura.
Compré. Vendí. Alquilé. Presté.
Todo.
Menos atención a la soledad.
La disfracé de tiempo laborioso,
capitalicé las horas,
perdí dividendos de interioridad.
Sólo quedaron palabras
–madre, hijo, amor, padre–
gravitando sin sentido.
No recuperé los sones.
Los perdí por el camino.
© MARIAN MUIÑOS
Para no sufrir abandoné la lira
y los soles
y perfumes
y sabores.
Tomé el destino
con rienda firme
y vi el precio de cada día
inscrito en la cabalgadura.
Compré. Vendí. Alquilé. Presté.
Todo.
Menos atención a la soledad.
La disfracé de tiempo laborioso,
capitalicé las horas,
perdí dividendos de interioridad.
Sólo quedaron palabras
–madre, hijo, amor, padre–
gravitando sin sentido.
No recuperé los sones.
Los perdí por el camino.
© MARIAN MUIÑOS
3 Comments:
Poema que duele, esa mujer resignandolo todo...
Bello!
Un abrazo Gus.
Hermoso poema acerca del dolor y la entrega; maravillosamente logrado. Felicitaciones.
Marian:
Las mujeres debemos compatibilizar roles a veces antagónicos y a veces no muy deseados. Es un hecho que has sabido cantar en tu bellísimo poema para alegrarnos a todas las que compartimos este espacio contigo.
Gracias!!!
Un cariño grande.
María Rosa León
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