Poema de Yolí Fidanza
Mi ser es navegante
………….Y treparé por el mar
…………. hacia una cumbre más alta
…………. por el mar me perderé
…………. sin soledad y sin ansias.
………………. Héctor Yánover
Araña laboriosa teje seda en mi frente
mientras destejo un hilo de inocencia.
Mi ser es navegante
pájaro que se atreve por los mares diversos
así la luna bañe el propio mar de calma.
El equipaje pesa de búsqueda
parecen cosa leves,
el poema que ofrenda duda, certeza,
y unas cartas con su sello indeleble.
…..Nadie puede dejar olvidada en el puerto
….. su criatura herida de adiós y de memoria-
Navegante bordeo los abismos
ando ríaspuñales que la playa desangran
siempre persiguiendo prodigios
Un círculo de oro me contiene
y en el cóncavo nido
soy gaviota con las alas plegadas.
La tarde de la edad el corazón fatiga
desaliña hasta el aire la roca en que tropiezo.
Me detengo. Es alta, va grabada
la boca distraída en su sorbo de agua
recupera la fragancia del vino.
Hay un rumor de vientos que preguntan
¿con qué artesano tacto ahondarás en fisuras
con qué mirada comprenderás los símbolos?
Sereno mar de ocaso un milagro promete
y es con melancolía que en los milagros creo.
¿Esplenderá algún faro
que en su nocturno oficio otro mañana encienda?
El eterno retorno de la ola responde,
la vida es el regalo
la marea que todo lo confunde.
Mi ser es navegante.
Hacia la íntima hora de mi noche, navego.
© Yolí Fidanza
De “Peregrinaciones y Prodigios”
………….Y treparé por el mar
…………. hacia una cumbre más alta
…………. por el mar me perderé
…………. sin soledad y sin ansias.
………………. Héctor Yánover
Araña laboriosa teje seda en mi frente
mientras destejo un hilo de inocencia.
Mi ser es navegante
pájaro que se atreve por los mares diversos
así la luna bañe el propio mar de calma.
El equipaje pesa de búsqueda
parecen cosa leves,
el poema que ofrenda duda, certeza,
y unas cartas con su sello indeleble.
…..Nadie puede dejar olvidada en el puerto
….. su criatura herida de adiós y de memoria-
Navegante bordeo los abismos
ando ríaspuñales que la playa desangran
siempre persiguiendo prodigios
Un círculo de oro me contiene
y en el cóncavo nido
soy gaviota con las alas plegadas.
La tarde de la edad el corazón fatiga
desaliña hasta el aire la roca en que tropiezo.
Me detengo. Es alta, va grabada
la boca distraída en su sorbo de agua
recupera la fragancia del vino.
Hay un rumor de vientos que preguntan
¿con qué artesano tacto ahondarás en fisuras
con qué mirada comprenderás los símbolos?
Sereno mar de ocaso un milagro promete
y es con melancolía que en los milagros creo.
¿Esplenderá algún faro
que en su nocturno oficio otro mañana encienda?
El eterno retorno de la ola responde,
la vida es el regalo
la marea que todo lo confunde.
Mi ser es navegante.
Hacia la íntima hora de mi noche, navego.
© Yolí Fidanza
De “Peregrinaciones y Prodigios”
4 Comments:
navegar, aventurarse a ser, bello poema Yolí.
Un abrazo Gus.
Muy buen poema
guardo estos versos maravillosos
Nadie puede dejar olvidada en el puerto
-su criatura herida de adiós y de memoria-
Elisabet
¡Qué hermoso poema! Para acompañar las horas de la vida, que como todos los mares, tienen una bahía.
MARITA RAGOZZA
Yolí: Tu poema es una hermosa marina que derrocha imágenes.
María Rosa León
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