Prosa de Sonia Quevedo
LA PEQUEÑA FORMA
Como en un sueño, despacio y suavemente cerró los ojos para guardar en ellos a la pequeña forma que le entregó la noche.
Tas una marcha lenta entre bostezos, silenciosa y desgonzada se entreabrió la ilusoria puerta, depositando unos ojos blancos sin rostro y desgajados, traídos del exterior oscuro lleno de noche.
Llegan sedientas las horas y de un solo sorbo largo, con la mirada fija, redonda y expectante; rescatan la diminuta imagen de gnomo cristalizada entre flotantes sombras taciturnas.
Somnolientos los ojos sin fuerza y ya cansados, con la mas grata visón entre espirales y sueños extraviada, tratando de encontrar un nombre a la pequeña forma se cerraron.
© Sonia Quevedo
1 Comments:
Bella prosa Sonia donde los ángeles, vestidos a veces de hombres, aguardan y nos protegen.
Un abrazo Gus.
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