Poema de Claudio Portiglia
Canción XIV
Crece amargo el limón y en él encierra
su amarillo frutal y decisivo
como un torreón de luz que a canto vivo
desvela los pesares de la tierra
Concede al sol permiso mientras yerra
con su gentil andar… casi lascivo
y duerme su virtud … ya redivivo
vertido en el cristal que lo destierra
Se derrama … se nutre… se previene
con su acritud de tanto afeite malo
Es un dije … un cañón … una silueta
Su corazón no late pero tiene
la dulzura nonata del regalo
que se agita en las venas de un poeta.
© Claudio Portiglia
3 Comments:
Y en su corazón la dulzura de la palabra...
bello Claudio!!!
Un abrazo Gus.
Bellísimo tu soneto, Claudio.
Cariños
Maria Rosa Leon
Bravo por un texto personal y por el aporte a a la permanencia de un género tan entrañable.
Claudio Simiz
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