Poema de Xenia Mora
Semilla a la deriva
estepa sin dueño
añejando tiempo
enraizada al suelo
espera en calma:
predestinada.
Recuerdo, pared, sombra,
rostro y manos alucinadas,
bocas que se beben
la vida en un sorbo.
Dos miradas proyectan
los ardores del cenit,
colores indelebles gravitan
hábitat de una piel.
Embriagada de luz difusa
abro las ventanas
y penetra en mi,
muy suavemente
el elíxir más exquisito
del vino de a dos.
© Xenia Mora
3 Comments:
Bello poema Xenia, siempre el amor haciendo mantener las utopías.
Un abrazo Gus.
Bellísimo tu poema, Xenia. Un verdadero canto al amor.
Cariños
María Rosa León
Xenia, eterna enamorada; el vino de a dos, la vida en un sorbo; dos miradas...
Cariños,
ME
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