Poema de Gerardo Lewin
La lección del maestro
......................A Juan Latorre, que estuvo ahí
Sentados a la mesa
del poeta laureado,
se produce un desbande.
Intento reagrupar a mis palabras
pero ya me abandonan,
se pasan a su lado, desertoras,
como diciendo: este hombre
nos proporcionará segura gloria.
Me dice: no me mirés así,
que yo también tuve ojos como esos.
Y me guiña, el muy turro.
Dibuja en la servilletita
a un ciego, mudo y tonto.
una turbia presencia en la que me intuyo.
Traicionero, me clava
su frase célebre en la nuca.
Hemos pasado de lo íntimo a lo ínfimo,
de lo sublime a lo subliminal.
O algo así. Y otra, de contrafilo:
Breve es el roce de la eternidad.
Hay un mínimo gesto, una propina.
El mozo retira de la mesa
mi cadáver.
Camino al tacho de la basura, reflexiono:
la inmunidad poética lo vuelve
un asesino inmisericorde.
Y después no me digas que no te lo avisé...
© Gerardo Lewin
3 Comments:
Bello poema y homenaje Gerardo, para recapacitar...
Un abrazo Gus.
Hola, Gustavo.
En realidad, este poema está escrito como homenaje a Joaquín Gianuzzi, él es el poeta laureado del poema...
Excelente tu poema, Gerardo y justo homenaje a un amigo inolvidable.
Besos
María Rosa León
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