Poema de Cristina Pizarro
AL BORDE DE LA MAÑANA ETERNA
Iré mañana a la casa del edén perdido
para yacer en calma.
Me esperará el asombro de la infancia,
me esperará la mesa
..................... con el pan caliente
y el agua clara.
Señor,
esta muerte inmortal
que navega mi sangre
recorre las cariátides de mis huesos
oye el jadear del pájaro.
Oh, tiempo.
.................tiempo de verano.
Como la felicidad
................. se esconden las cigarras
cortejan a la luz
las mariposas.
Por qué a la noche
..................... se me acaba la vida.
Llega ahora la mañana blanca
en la danza espiralaza
de los pájaros.
Cuando se pierde la luz
siento el espanto del crepúsculo.
Quiero estar
al borde de la mañana eterna.
©Cristina Pizarro
De "Lirios prohibidos"
3 Comments:
El día como la eternidad, como la vida...
Bello poema Cristina.
Un abrazo Gus.
Bellísomo, Cristina, ese viaje al Edén de la infancia...
Te mando un beso muy grande
María Rosa León
Que bello poema. De verdad. Con gran influencia de Cèsar Vallejo...
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