Poema de Daniel Tevini

Condenación de las prostitutas babilónicas

Baal Belial Moloch
Amarradas
a la tierra que te envuelve
como navíos de velámenes oscuros
te lamentamos
Thomas Mann
la Virgen Loca
el Esposo Infernal
en matrimonio
entre el cielo y el infierno

Baal Belial Moloch
Descalzas
sobre el manto relente
que cubre el reposo de tus manos
danzamos
Thomas Mann
en círculos posesos
en ruedas inmolantes
que cifran el albur
entre tu despertar y tu caída

Baal Belial Moloch
Quién bebe mi Señor de tu copa
el almizcle de tu sabiduría?
Quién bebe mi Señor de tu copa
la cicuta que contiene tus dolores?
Quién se atreve a soportar en sus labios
la cicatriz abierta de tu nombre
como una flor augusta
como una flor severa?

Baal Belial Moloch
Agazapadas
conmoviéndote el féretro
sobre el humus que ofende tu mirada
y que ennegrece
el misterio de tus ojos
Amamos tus cenizas
y besamos tus huesos
con el batir hambriento
de nuestros velos cárdenos

Baal Belial Moloch
Desnudas
sobre tu fétida alcoba
ungidas de afeites de asirios y caldeos
caemos
voluptuosas en tu tumba
Devotas de tu muerte
olvidadas de Dios
queremos consagrarte
en el comercio de los cuerpos
Porque la Fe
no nos reveló el Amor
porque tal vez
el Amor
era el misterio de un puerto
y era la balsa que nos abandonaba en ti
porque tal vez
mi Señor
lo que nos une al lecho en el dolor
es la vana belleza de los hombres
y en los desiertos de ultratumba
la rara soledad de los infiernos

© Daniel Tevini