Poema de Paolo Astorga

LEYENDA DE UNA VIEJA SOLEDAD

por la puerta de su casa han entrado las moscas
atraídas por los rostros violentos y la resignación
resignación que nos llama
resignación que nos lava la cara con agua de desagüe
que nos enferma de cuajo hasta que nuestra piel la torture el sol,
nada más que viejos pedazos de pared
y monóxido fétido en nuestros poros,
afirmando el deseoso sudor de la pala incrustada en la tierra
y abriendo los orificios de luz,
botellas vacías al costado de dos hombres dormidos
y una ancianita ofreciendo una caja de chicles,
puertas cerradas
sólo interminables puertas cerradas.

© Paolo Astorga