17.8.07

Poema de Gabriela Delgado



Patricios, sin tren II

Codicioso reloj de pared
que aprisiona puntualmente cada hora
en la siesta fantasma del pueblo.
Son manos de piedra y esfuerzo
las que se ocupan de mantenerlo latiendo,
pese a que hace tiempo decretaron su muerte.

Cada paso del minutero hacia adelante
resiste la soledad de la añoranza.
La estación sigue coleccionando ausencias,
apilando averías, cobijando recuerdos,
mientras el tren, que parece estar más allá de la curva,
atrasa tanto que no llegará nunca.

Es cada paso que retrocede en la historia
que, color sepia, dibuja tiempos mejores.
Fiebre en el andén, de impecable uniforme.
Ileso el corazón de Patricios
sigue mascullando su tic tac,
sosteniendo en pie a un pueblo
que cuida su historia, rehén de inútiles vías.


© Gabriela Delgado

Foto: Gustavo Tisocco (Vías de Mocoretá)

3 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Siempre lo que tenga que ver con el tren será una partida o un regreso con lo que ello implica.
Buen poema Gaby.

Un abrazo Gus.

17.8.07  
Anonymous Anónimo said...

Exzcelente tu poema, Gaby, con toda la connotación del viaje y la partida.
Un beso muy grande
Maria Rosa Leon

17.8.07  
Blogger La Soñadora said...

Hermoso poema Gabriela. Sabes que me encanta leerte.

Erika

19.8.07  

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