Poema de Gerardo Lewin
Lenta luz
Desconocemos, de estos cuerpos que chocan,
significado, dirección, resabios de voluntad
atravesada por dragones, por deseos fulmíneos.
Qué fue de la promesa, del laurel.
Las ropas susurrantes de la luz.
Y ya en la oscuridad,
vuelven a mí las cosas esenciales,
el estribillo triste de la polilla ciega:
se acabó la función.
Como un dios descastado
¿estoy dispuesto a envejecer tras estas líneas?
Abro mi corazón a mis verdugos:
no volveremos, amigos, a vivir.
© Gerardo Lewin
2 Comments:
Poema que va más allá, disfrutar el hoy sería la consigna, al menos descubrir cómo?
Un abrazo Gus.
Excelente tu poema, Gerardo, y ese "vuelven a mí mis cosas esenciales", que es la escencia de la escencia de la escencia del poeta.
Un cariño grande
Maria Rosa Leon
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