20.11.07

Poema de Carlos Barbarito


MUJER CON VIOLONCHELO

Desde el cuarto contiguo,
madera y metal vibran,
como vibra al unísono su carne.
Sin desnudarse, de todo lo superfluo
se despoja. Armonía
que la hace a quien la crea
una entre todas las cosas
y convierte al resto en un espejo
que con distorsión
la refleja. Ahora
es un final de exilio
sobre cuerdas que regresan
al día anterior a las cenizas;
al oír puedo decir yo soy
en lugar de yo fui
y encontrar presencia
donde reinaba la privación, la falta.

© Carlos Barbarito

4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Bello poema Carlos, se percibe la magia, la música.
Un abrazo Gus.

20.11.07  
Blogger María Rosa León said...

"Encontrar presencia / donde reinaba la privación, la falta."
Todo un acto de magia hecho canto poético, Carlos.
Un cariño grande
María Rosa León

20.11.07  
Anonymous Anónimo said...

Bellísimo poema donde la música anida en cada palabra. Gracias, siempre digo que la belleza se agradece.

22.11.07  
Anonymous Anónimo said...

Amigos, casi nunca escribo un poema a partir de una anécdota. Esta vez sí, todo surgió una tarde, mientras una amiga y compañera de trabajo tocaba violonchelo en un salón contiguo a la biblioteca donde trabajo. Lo escribí de una vez y luego apenas si tuve que hacerle pequeñas correcciones. En realidad, el poema comenzó a "escribirse" antes, unos días antes, cuando la vi andar por la calle llevando su pesado instrumento en la espalda. Ella no sabe de este poema, no le dije nada al respecto. Pudor de poeta tal vez. Es uno de mis poemas preferidos, no son muchos por cierto, tal vez dos o tres más -soy autocrítico en extremo y sobre todo conmigo mismo-. Gracias por sus apreciaciones, amigos.

22.8.08  

Publicar un comentario

<< Home