Prosa de Sonia Quevedo
SINFONÍA PATÉTICA
Se hizo densa la niebla sobre el bosque quieto, grisáceo, azul cobalto y negro. En las aguas del inquieto lago se miraron sin pronunciar palabra, las escuálidas sombras de los viejos árboles resecos por el sol y el fuego.
Destrucción y ruina, abrazadas van ahora en medio del llanto y la tristeza por el perdido el amor que prohibiera, la sucia sociedad hipócrita, vulgar, abominable y puritana; dormitando sin remordimientos sobre sus abominables mezquindades.
© Sonia Quevedo
4 Comments:
Que la mezquindad no impere, que no destruyan los qué dirán.
Buen texto.
Un abrazo Gus.
Un bella pintura del paisaje del amor destruido por los prejuicios y la hipocresía de una sociedad injusta. ésa es la síntesis perfecta de tu perfecto poema, Sonia.
Un cariño grande
María Rosa León
Tantas veces la gente no vive sus propias vidas y su vida es tan solo un prejuicio hacia su propia vida y piensan que pueden cambiar la vida de los demás. Si, hay gente que es pobre de alma. Muy buen poema.
Viviana F. Pelle
hermosa reflexion en esta prosa, en hora buena. un placer leerte
itzela
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