Poema de Liliana Chavez
DEL SILENCIO SE BEBE A SORBOS
Nunca el silencio me había succionado
........... de este modo. Ni había
encerrado mi hoguera en su palma de amianto.
Ahora,
soy un bicho canasto
bajo su cobertor de hojas.
Soy el lecho remoto del exilio.
El centro contraído de un escapulario.
No ya
las extrañas larvas cotidianas
ni el pequeño grillo que se esconde en mi habitación.
Ahora,
el grito es una voz a penas
apenas una voz
incapaz de atravesar la nada.
Sólo el ojo – que observa y hasta diría se distrae –
....... se alegra de mi huída,
y aliviado
deja su músculo en reposo.
No existe ya un centro para las flechas del ocio
y las palabras
se salvan, finalmente, del naufragio.
© Liliana Chavez
9 Comments:
Y esas palabras se tornan tierra y cielo en poemas como éste.
Un abrazo enorme Gus.
Las palabras siempre se salvan del naufragio, Liliana, por su poder inmenso. Y mucho más cuando están tan bellamente ensambladas en textos como el tuyo.
Un cariño grande
María Rosa León
Siempre se salvará la palabra en tu poesía, Liliana, y el naufragio será sonrisa, lágrima, belleza. Gracias.
Poemas como el tuyo , Liiana, nos salvan.
MARITA RAGOZZA
LILIANA: BEBER DE NUESTRA PROPIA ESENCIA, PERMITIRÀ QUE SIGAMOS REMANDO LA VIDA. TE MANDO UN ABRAZO ATRASADO PERO PRESENTE EN LA AGENDITA DEL CORAZÒN.
Marìa Paula Mones Ruiz
Querida Liliana:
Siempre digo que tus poemas y tu narrativa, son como una luz interior que ilumina el alma de los poetas, en estos tiempos, necesitados de ese alimento metáforico como es la palabra, reflejado en un poema.
Es un honor para mi compartir y transitar junto a tí y tantos poetas amigos este camino de la poesía y la amistad.
Te aprecia siempre.
Osvaldo
Liliana
Siempre digo que tus poemas son como una luz interior que ilumina el alma de los poetas necesitados de ese alimento metafórico como es la palabra convertida en poema.
Gracias por ser como sos y estar siempre con nosotros, tus amigos los poetas de encuentros.
Te aprecia
Osvaldo
Liliana.
Siempre digo que tus poemas son como una luz interior que iluminan el alma de los poetas necesitados de ese alimento espiritual como es la palabra.
Gracias por ser como sos y por tu amistad con quienes compartimos encuentros.
Te aprecia
Osvaldo
La rutina que mansa se asila en los pliegues de los años y de la Vida misma, se repliega ante la magia de las palabras que emergen en tu poesía para salvar a los gnomos que habitan en cada uno de nosotros.
Un beso
Mónica Griolio
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