26.12.07

Poema de Liliana Chavez



LAS MANOS

En la niñez me acariciaron.
Y de las hamacas del parque
tantas veces
me hicieron descender.

Con el tiempo, me señalaron
las secuelas
que el incendio deja en el árbol.

Introdujeron mi vida en un río donde los días
........ con algas se encajaban.
Me llevaron frente al espejo
y mis huesos desnudos,
desvalidos
no pudieron
despojarse de pudores.

No hubo pausa sobornable.
Las manos me embolsaron sin respiro.
Y como los niños que tratan de recomponer
un juguete maltratado,
tocaron un día mi frente;
cuando ya la fiebre me había devorado.

© Liliana Chavez
Dibujo: Matias Arese


11 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Gracias Liliana por esta belleza que hoy compartes.

Gracias por estar además con tu presencia desde siempre, leyendo, comentando y empujándome para que esto tenga sentido.

Gracias por ser amiga.

Un abrazo Gus.

26.12.07  
Anonymous Anónimo said...

Tus gracias son otro acto de generosidad Gustavo. Los agradecidos debemos ser nosotros, los poetas que hacemos conocida nuestra obra a través de tu página -excelente por cierto - y que a veces, con ingratitud,no divisamos el trabajo y el esfuerzo que hay detrás.En cuanto a tu amistad, ah, ese es un regalo especial de la vida...
Un abrazo.

Lily

26.12.07  
Anonymous Anónimo said...

Es verdad, el incendio deja secuelas en el árbol, pero cuando el árbol es fuerte, tiene la capacidad de retoñar, aunque lo devore la fiebre. Ese Matías tuyo creo que llegará a ser un gran Matías. Felicitaciones a los dos.
Alicia Perrig

26.12.07  
Blogger Elisabet Cincotta said...

Un poema que da fuerza a las manos.
Bellísimo
Elisabet

26.12.07  
Blogger Paul Rent said...

Será siempre un gusto leer tus versos y disfruar e tu imágenes.
Gracias por tu llama.

Desde estas Tempestades, un cariño como siempre

27.12.07  
Anonymous Anónimo said...

El camino de una vida hecho manos y nostalgia, tu poema es una mano también que acaricia el alma y la contiene. Besos, Lili
Patricia González Cerri

27.12.07  
Blogger María Rosa León said...

A veces los mandatos nos marcan como el fuego al árbol, pero siempre nos queda la esperanza de renacer en el canto poético, Liliana.
Un cariño muy grande
María Rosa León

27.12.07  
Blogger Beatriz del Carmen Ruiz said...

un poema muy profundo, cargado de sentimiento. Graxias por compartirlo y abrirnos las puertas de este hermoso blog. Cariños y paz. By.

28.12.07  
Blogger Avesdelcielo said...

Nadie está libre de las marcas, ni siquiera los árboles, pero lo que cuenta es la vida. Hondo, muy hondo, el poema, indaga y engendra reflexión.
MARITA RAGOZZA

30.1.08  
Anonymous Anónimo said...

Amiga:
Aférrate a las manos que brindan cariño y poesía. ¡Felicitaciones!
Un abrazo a Matías, muy buen dibujo.Te quiero. Molly Bic.

3.2.08  
Blogger Matías Tisocco said...

Liliana me gustó mucho conocer tu poesía y tener la suerte de escucharla recitada de tu propia boca en la presentación. Besos. Matías.

29.11.08  

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