Poema de Pablo Javier Resa
A lo largo del día
cometió una a una
toda posible costumbre
por entre la insana agitación
cotideanidad en vaivén
se abrió paso hasta la noche
obediente al cuerpo
que siempre lleva la delantera
entró cuidadosamente
en cada trampa que se hubo tendido
y sostuvo urbanamente
los quijotes del apego
para sentarse a la mesa
abandonó una reflexión junto al cuchillo
y se sirvió la cena
haciendo oído sordo
al motín de ausencias
durmió noche de espera y cielorraso
de cara al papel virgen del futuro
habían dicho adiós
y adiós comenzaba se puso a trabajar
picapedrero sin prisa
hormiguita que va y va
y quién podría asegurar que esta cíclica traición
a la muerte
metida a un pobre cristo de barrio
sea lo que llaman esperanza
y quién
podría negarlo
© Pablo Resa
5 Comments:
El hombre como un pobre Cristo de barrio...
Interesante poema.
Un abrazo Gus.
Pablo, también siento que hay un Cristo implorando en cada calle.Me gustó tu poema, me agradó conocerte a través de tus versos
Pablo, en cada mendigo, en cada hombre doliente y solitario,en cada lágrima, en cada mano tendida, está ese Cristo que nos amó, y que nos ama. Hoy viernes santo, he rezado tu poema.
Un beso
OLIMPIA BORDES
Nadie podría, interesante cuestión. Me gustó mucho tu poema.
Elisabet
PABLO,UN ABRAZO DE LOBO;ME SACO LA BOINA PARA SALUDAR A TUS POEMAS.
LOBO
PARTIDODELOSPOETAS
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