Poema de María Kril
Que tuviera otros ojos,
otro resplandor en ida y vuelta,
el muñeco amputado caído de mi historia,
y esos hilos.
Que tuviera el riesgo,
zona derretida sobre las manos,
inmóvil
rescatado casi triste.
Mi brazo izquierdo sosteniendo su muerte,
la pierna que colgaba,
suelto en la piedad de su desnudez,
pequeño y sin locura.
Que tuviera el hilo,
una mano de padre uniendo sin temores
mi soledad primera,
mi primer duelo,
ese llanto que movía todas las cuerdas flojas.
© MARIA KRIL
5 Comments:
Poema de dolor y soledad, muy bueno.
Un abrazo Gus.
Duele, pero es hermoso... me quedo "con ese llanto que movía todas las cuerdas..."
Un abrazo
El primer llanto, el primer dolor, el primer amor... Una belleza tu poema, María.
Felicitaciones y un cariño muy grande
María Rosa León
Muy buena esa pintura de la vida, vamos dejando...tantas cosas en el camino.
Boris Gold
Poema movilizador, cargado de penas
viejas y profundas. Un abrazo de contención, Laura Beatriz Chiesa.
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