Poema de Ricardo Rubio
DE RODILLAS EL HOMBRE
Visitado largamente por vampiros,
por navegantes del sueño;
deteriorado por una generosidad
que no antecede la dicha,
cedo a otro lo que queda de un interior gentilicio.
Regalo mis pertinaces ausencias
de los lugares que debí,
mis íntimos enredos con el amor y el amor mismo
y mis juguetes preferidos
latiendo intactos en un origen lejano.
Los regalo como largas caminatas que no acaban,
los regalo al misterioso destino del ocio
y odiando fervientemente la nada.
En la noche brilla el agua
que mi madre junta en cada lluvia
para mezclar con la pintura de esta casa.
Foto: Horacio Farroni
4 Comments:
Cierta entrega, cierto dolor...
Un abrazo Gus.
Ricardo: mucha lejanía y angustia en esos recuerdos. Un abrazo Laura Beatriz Chiesa.
Percibo disconformidad y planteo existencialista. para leerlo varias veces.
MARITA RAGOZZA
Y en ese legado hay toda una evocación de la infancia y del pasado desde un presente de lucha y entrega, Ricardo.
Muy bueno y conmovedor tu poema.
Con todo mi afecto y admiración
María Rosa León
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