Prosa de Mónica Palla y Daniel Marino
no será la eternidad tu nombre encarnado en cuerpos dispersos no será tu nombre fondeo que al barco esclavice palabra sacrílega que a la vida aniquile brota lluvia del gris elevado la tierra sedienta bebe y agradece el cielo subterráneo ilumina al sol olvidado hablas al verano palabras ardientes del invierno estallado el hombre eleva desnudez eleva humano su cuerpo engendrado el sol subterráneo hace de la tierra montaña sagrada innumerables cavernas pueblan sus entrañas innumerables rojos al blanco delatan el hombre eleva sus ojos a la tierra preñada tenue madre que se filtra en la luminiscencia de la noche el blanco puja sereno a tu ausencia los tuyos gritan enajenadas sentencias escuchas miras donde el vacío proclama vastedades la palabra vana mezquina maravillas caminas palpitas acaricias nada puedes hacer para apaciguar necias batallas un paso certero no aplasta miserias no engendra violencia los tuyos gozan de la impunidad del que sabe que no será arrastrado al patíbulo tu ausencia en verdad sentencia libertad tus palmas no aplauden ni golpean
© Mónica Palla/Daniel Marino
4 Comments:
Bella prosa para pensar y meditar.
Un abrazo Gus.
Cuerpos dispersos, cavernas, necias batallas, palabra sacrílega patinan en una prosa sin descanso donde se canaliza en imágenes aparentemente automáticas una rebeldía entre gritada y contenida. Felicitaciones.
MARITA RAGOZZA
Palmas que no aplauden ni golpean: una síntesis perfecta en esta bella prosa poética.
Un cariño muy grande para ambos.
María Rosa León
excelente trabajo, un buceo increíble desde lo inconsciente, profusión de imágenes,denuncia, ruptura genial de la sintaxis, cuestionamientos; una descripción perfecta de la contradicción humana, me conmueve este poema,
saludo cordial a sus autores, Mónica Palla y Daniel Marino y gracias a Gustavo por permitirnos leer tantos y tan variados textos en un mismo sitio,
Roxana Palacios
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