23.5.08

Poema de José Luis Visconti


lunes
y los relojes se clavan
desafinados... en el cuello

se detienen en el blanco
de las camisas
........... las manchas invisibles
........... el olor a café por la mañana

el recuerdo de la mujer
que durmió a su lado
es vago
........... parecía desconocida
........... una piel como otras

ella no despertó a tiempo
y sus llaves hicieron lo demás

en la calle había espejos
que reflejaban su sombra
rodeada de testigos

nadie diría nada
de las horas anteriores
de los pasos que se fueron
............ tienen las bocas selladas
............ los ojos vacíos

el temor es a los ruidos
que brotan desde adentro
............ confesión de las entrañas

fueron sus manos
........... sus ojos
........... su sangre
nos arrastró toda la noche
no nos dejó huir
nos hizo ver el horror

y después vuelve
una oficina blanca y negra
........... lo aguarda
el bullicio de la gente lo aturde

la mujer no lo mira
............ transpira
............ cruza los dedos
se tumba en el piso
y se deja atravesar
........... por la idea de dios

muere
la boca seca
los ojos hundidos
la carne floja

no lo levantan
lo dejan pasar el lunes
para que vuelva

© José Luis Visconti

4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Poema de magia y desazón que abruma, que deja pensando.
Un abrazo Gus.

23.5.08  
Anonymous Anónimo said...

José Luis: interpretaciones varias,algo de suspenso bien logrado. Laura Beatriz Chiesa.

23.5.08  
Blogger María Rosa León said...

¡Muy bueno tu poema, José Luis!
Una historia aparentemente igual a tantas otras, de un hombre gris que marcha a su oficina un día lunes... pero un toque mágico la hizo distinta. Y esa hisotria es singular, en tu poema.
Un cariño grande
María Rosa León

23.5.08  
Anonymous Anónimo said...

La magia de un lunes que ya no será como los otros,una historia distinta para los hombres que nunca serán blancos y tampoco negros.Buen poema José Luis!
Rosa Lía

24.5.08  

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