Poema de Nilda Barba
sin pedir permiso
huelen a rosas
soles en los pies
una tras otra
abandonan el cordón
despiertan
el velo dorado
el océano abisal
quieren la danza de los mundos
la savia trepa
y escuchan el alma
de sus madres-hijas
(de otras madres)
en sus faldas envueltas
todas las criaturas
mamushkas
acunan y sostienen
el ritmo de los ciclos
la lámpara
© Nilda Barba
6 Comments:
Maravilloso poema/homenaje Nilda, para qué decir más?
Un abrazo Gus.
Hermoso poema. Jorge Hirsch
Dulzura y surrealismo. Felcitaciones.
MARITA RAGOZZA
¡Bravo, Nilda!
Mi cariño y admiración
María Rosa León
Nilda, en los poemas homenaje a nadie, nada como contemplar las palabras con los ojos del alma y dejarlas al sol, que les caigan todos los esplendores.
Liliana Chavez
Nilda; nuevamente, leerte me resulta placentero, es un ejercicio lúdico para los sentidos.
Son poemas que no admiten distracciones.
Felicitaciones,
Graciela Bucci
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