Prosa de Aníbal Jorge Sciorra
La princesita no debe dormir con los zoquetitos puestos.
Sus piececitos tienen que respirar.
entonces papá, que no es rey, se los quita suavemente para no despertarla.
Pero pronto la princesita queda acéfala de papá, que no era rey, y ya no tiene quien le cuide los piececitos.
Se pasa las tardes llenas de autismo sentada en su banquito al fondo del pasillo del conventillo de la calle Tequendama mirando hacia la piesa de adelante donde su hermano Ernesto toca "Lágrimas y sonrisas" con el acordeón que era de papá, que no era rey, mientras se muerde la lengua.
© Aníbal Jorge Sciorra
8 Comments:
Bello texto donde la soledad y el desamparo deja cierto sabor amargo.
Un abrazo Gus.
Aníbal: el zapatito de cristal del conventillo, no tiene el mismo poder. Bella figura. Se escucha la melodía del acordeón. Laura Beatriz Chiesa.
Bello poema y muy bella evocación, Aníbal. Gracias por compartirlo con nosotros.
Un cariño grande
María Rosa León
Las princesitas de la realidad no tienen magia, y el poema es un clamor casi de impotencia. Muy logradok, Anibal, como una breve leyenda poética y urbana.
MARITA RAGOZZA
La alquimia de la magia crea el poema, lo urbano es el poeta.
Celmiro koryto
Anibal me llenaste de imagen, y ese sentir de soledad,
fue una prosa vivida desde adentro mientras leía.
imágenes nitidas con una melodía llena de acordeón.
SANTOAMOR
An�bal, esta poes�a es casi un cuentito, de princesas y reyes (aunque no lo sean) sin hadas ni milagros, ni magos... y su castillo que era ese conventillo... bello.
Un buen texto desde la desolación, querido Aníbal, un placer leerte.
Un abrazo
Analía
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