Prosa de Sonia Quevedo
SILENCIOSAMENTE
Se detuvo el silencio para ver a la espera pasar por entre las puertas sucias y los zaguanes oscuros.
Se aquietó el aire sin sentido olvidando a la lluvia, a la niebla, al rocío y al susurrante viento.
Giró sin prisa y sin afán alguno, dejó caer su desgonzado cuello ocultando el desteñido rostro de la gran tristeza.
Oró silenciosamente, sin palabras, suspiró y siguió su camino por entre lodazales esquivando a cada paso los inertes cuerpos desangrados.
Lloró por el silencio, por el aire quieto, por los des-afanes; y por los rostros desteñidos lloró viendo como los ríos púrpura pasaban en borbotones rápidos, pintados todos con sangre fresca de los hermanos.
© Sonia Quevedo
4 Comments:
Doloroso grito para tomar conciencia, deja en silencio leerlo.
Un abrazo Gus.
Sonia: poema fuerte, que me llevó a
ver los rápidos borbotones de la herida. Duele. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Conmovedor y descarnado grito de denuncia contra las guerras, los odios fraticidas y las violencias.
Felicitaciones, Sonia y un cariño grande
María Rosa León
Visceral poema sobre la infamia del dolor.
Víctor Hugo Tissera
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