5.6.08

Prosa de Sonia Quevedo


SILENCIOSAMENTE

Se detuvo el silencio para ver a la espera pasar por entre las puertas sucias y los zaguanes oscuros.
Se aquietó el aire sin sentido olvidando a la lluvia, a la niebla, al rocío y al susurrante viento.
Giró sin prisa y sin afán alguno, dejó caer su desgonzado cuello ocultando el desteñido rostro de la gran tristeza.
Oró silenciosamente, sin palabras, suspiró y siguió su camino por entre lodazales esquivando a cada paso los inertes cuerpos desangrados.
Lloró por el silencio, por el aire quieto, por los des-afanes; y por los rostros desteñidos lloró viendo como los ríos púrpura pasaban en borbotones rápidos, pintados todos con sangre fresca de los hermanos.

© Sonia Quevedo

4 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Doloroso grito para tomar conciencia, deja en silencio leerlo.
Un abrazo Gus.

5.6.08  
Anonymous Anónimo said...

Sonia: poema fuerte, que me llevó a
ver los rápidos borbotones de la herida. Duele. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

5.6.08  
Blogger María Rosa León said...

Conmovedor y descarnado grito de denuncia contra las guerras, los odios fraticidas y las violencias.
Felicitaciones, Sonia y un cariño grande
María Rosa León

5.6.08  
Anonymous Anónimo said...

Visceral poema sobre la infamia del dolor.
Víctor Hugo Tissera

7.6.08  

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