Poema de Antonio Azpeitia
El doce de mayo de dos mil ocho,
bese su mano, sentí su frío,
no quiso hacerlo
me dio otro plazo
azpeitia
He visto las alas de la muerte....
.....hoy me han rozado.
Silencios de su vuelo impenitente,
susurro de su viento en mi costado.
Me curvo sobre mí para esquivarla,
no quiero ver su cara sin facciones...
que pase sin mirarme fijamente.
Beso su mano negra,
huesuda, descarnada,
amaga el torpe gesto
de un golpe de guadaña,
y un dolor visceral
desconocido
hunde su daga profunda
hasta mi entraña.
Me ha llenado de sangre....
....¡era la mía!...
Caliente aún en mi mano
enrojecida,
pregunta si este aviso
es suficiente.
Se aleja con desdén, con alegría,
sin ceremonias solemnes,
sin adioses,
un guiño de su sombra...
entre dos luces...
Un gesto milenario ya estudiado.
Mañana volverás....
mas no sé cómo,
me angustia que no quieras
desvelarlo,
señal de un calendario caprichoso,
hundido en el destino
que es... ¡la suerte!
Hoy creo comprenderlo...
más que nunca...
La vida es un milagro...
....sin la muerte.
© Antonio Azpeitia
6 Comments:
Será que no temerle sea el secreto, bello poema Antonio tal vez los puntos suspensivos abrumen un poco.
Un abrazo gus.
Antonio:es una presencia intangible
pero sentida. Se la siente en tu descripción. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Muy bueno tu poema, Antonio. Creo que lo único capaz de conjurar ese miedo visceral a la hermana muerte, es la poesía y es también el amor.
Por otra parte, lo pensemos o no, nacemos y vivimos para la eternidad.
Felicitaciones y un fuerte abrazo
María Rosa León
No se entendería la vida si no hubiera muerte. Una experiencia poética que también es conjuro.Excelente.
MARITA RAGOZZA
Antonio:"la vida es un milagro" y la muerte es una parte de ese milagro que tal vez nos llev e hacia la vida.No hay que temerle,forma parte de lo cotidiano.
Rosa Lía
Buen poema Antonio.
Erika
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