Poema de Migé S. Aparicio
Culpable sin delito;
ni físico, y mental mucho menos.
Pero la percepción errada,
condena,
cuales inocentes corderitos, en el ramadán.
Todos amaestrados,
en la posesión de los demás;
sin reconocer hay algo indominable,
como el vapor del volcán.
Este
no tiene culpa;
de su naturaleza.
Por ello a su pesar;
rompe constantemente,
el candado.
© Migé S. Aparicio
3 Comments:
Siempre habrá inocentes de toda la barbarie, por suerte son más...
Un abrazo gus.
un poema realista, que estará vigente por siempre...
me gustó mucho
Anahi Duzevich Bezoz
Un poema lleno de verdades.
Erika
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