24.8.08

Poema de Alicia Márquez



COMO UN PERRO ABANDONADO

Como un perro abandonado
tocaba el arpa en el tren.
Chiquito, se ubicaba donde fuera
y comenzaba una guarania, una polca paraguaya…
tan extraño sonido, tan extraño.
El arpa en un tren de sonámbulos.
Las manos iban y venían por las cuerdas infinitas,
y de repente por el vagón
se descolgaban lianas, orquídeas, crecían helechos,
el vapor subía del piso,
aparecía Isabel Sarli entre las hojas
y las señoras dejaban su tejido
embriagadas por el dulce canto
de esa enorme arpa.
Los jóvenes, con los oídos tapados,
observaban el arpa
y se sacaban los auriculares para escuchar
otra cosa.
Ese sonido misterioso
les hacía abrir la boca, mirándose extrañados
por semejante curiosidad.
Con el último acorde, los tímidos aplausos.
Y él, como un perro abandonado,
pasaba un bolsito viejo.
Su mujer arrastraba el arpa
hacia otro vagón.
La magia había terminado.
En el vagón siguiente
volvía a repetirse el milagro.

© Alicia Márquez

5 Comments:

Blogger Gustavo Tisocco said...

Me impacta la belleza de este poema Alicia, excelente...
No sé que más decir.

Un abrazo Gus.

24.8.08  
Anonymous Anónimo said...

Lo que testimonia el poema de Alicia Márquez sería un feliz realismo mágico si los perros abandonados no estuvieran condenados a repetir el milagro todos los días para sobrevivir cada vez peor. Rub´n

25.8.08  
Anonymous Anónimo said...

Hermosísimo poema onírico que me ha florecido en las manos como un acordeón...

José Manuel Solá
[Puerto Rico]

25.8.08  
Blogger ALICIA CORA said...

Cuántos de estos pequeños milagros se repiten día a día en los vagones de tren o de subte.
Lo que pasa es que el hombre está cansado de creer, está ciego y no los ve cuando surgen ante él. Maravilloso poema amiga mía. besos Alicora.

26.8.08  
Anonymous Anónimo said...

Alicia: en nuestra sociedad, esto no tiene nada de onírico, son realidades de nuestro diario vivir.
Así, la música, suele ablandar corazones, almas, o la nada sigue
encimismada en sus problemas. Hay veces que los aplausos hay que pedirlos pero, es un perro virtuoso
que se gana la vida ladrando no mordiendo. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.

27.8.08  

Publicar un comentario

<< Home