Poema de Ana Guillot
detrás del árbol, la tila
la malquerencia
en su espacio sensor
los padres
como la rosa como la espina solitaria la pezuña
yo era la pequeña
en la sala de espera de cada circunstancia
mirando de reojo
el sexo inmaculado
las costumbres
(el vientre a ras del piso
no dice lo que zumba)
(el vientre a ras del piso
esconde verborragias y placeres)
yo era la pequeña
me gustaba creerme abandonada
perversamente triste, melancólica
yo era la pequeña abrazada al árbol caudal
morada y desnuda
me gustaba creerme envilecida
(los padres se abrazan
poco
diluyen los gemidos
y el arte de cantar
son austeros sensibles laboriosos)
/ella cuece rosales aunque sea pequeña
quiere conocer
lo que duele
los picos de las aves
en su almohada
(el vientre a ras del piso es una esponja
un abrevadero de aguas)
(el vientre a ras del piso
promete vino y pan)/
yo era esa pequeña arbórea
alucinada
© Ana Guillot
Pintura: Mirna Celis
3 Comments:
Bellísimo poema de cierta magia, cierto enigma, cierta nostalgia.
Un abrazo gus.
Declarar un sentir profundo que queda en el costado izquierdo,viajar hacia el atrás y poder gritarlo...y sentir esa cualidad de árbol alucinado. Muy oceánico, muy buceado y gran poema!!
Un enorme cariño!
Mirna Celis.
Ana: Conmovedor poema donde el sufrimiento anida en las alas del recuerdo.
Víctor H. Tissera
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