Poema de Marion Berguenfeld
harén
lo espero
recostada en la cruz del baldaquino
ellas
aceitaron bien cada rincón
abuenaron este cuerpo salvaje
quemaba la cera con azúcar
el vinagre ardía
me llevaron después
hasta un gran ventanal
entre fruta
y músicos de arpa con los ojos quemados
nunca toques sus armas
me dijeron
tengo calor
el miedo me adormece
no quiero recordar la aldea
nada que haga llorar
esta fragilidad
un mal que escondo
me enseñaron
el varón tiene túneles
hay que andarlo de espaldas
y resistir la luz
la magia es prometer
lo que nunca nunca cumplirías
llega
sabemos que a su paso
se tensarán los dedos de los ciegos
cierro el cofre
prometo no habrá lágrimas
seré de una obediencia total
aunque en el fondo
en el doble fondo
ese golpe contínuo de los caballos
no le gustan las débiles
dijeron
con la que ruega
es dos veces más cruel
© Marion Berguenfeld
6 Comments:
Excelente poema, precisamente porque trae una temática diferente y la práctica de acuñarla para nuestra propia interpretación. Muy bueno.
Lily Chavez
A mi mujer y a mí nos encantan tus poemas. Son, y éste es un ejemplo,de una sensualidad iridiscente y brutal. No dejes de producir.
Jorge Luis Estrella
gracias por el aliento, con cariño. Marion
Profundo.Rico.Diferente,Duro.Auténtico el mismo. Felicitaciones
Harem, porque una mujer es todas ellas y porque todas buscan descifrar las claves como también nosotros buscamos pistas, saber qué hacer y cómo hacerlo y cuándo...
Gracias...
...hay un cuerpo salvaje allí, y me gusta.
abrazosur.
aldo.-
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