Poema de Héctor Miguel Ángeli
JUICIO ORAL
Vamos a ver:
estas aquí, sentado en un café
y escuchas las hermosas palabras
que te dicta tu inseparable compañera,
esa poesía que nunca sabes
si es una puta o un santa
aunque no importa mucho
porque siempre es una mujer de noble corazón.
Analicemos:
las hermosas palabras no pueden ser reemplazadas.
Esto implicaría una infamia
cuando caen sobre las fotografías del mundo.
Por ejemplo:
la cabeza cortada de un adolescente
rodando en el asfalto.
Sin embargo, esas palabras no sirven
para detener al esbirro
que mañana cortará otra cabeza.
Ahora bien:
la palabra es siempre una desesperada
en el crepúsculo del desierto.
Pese a sus fulgores,
no puede resolver sin la idílica sombra.
Una prueba:
¡Pobrecitos los poetas!
Quieren ser útiles, salvar las armas,
luchar por todos contra el muro del vacío,
pero la belleza siempre los traiciona.
¡Oh, sí, pobrecitos!
Ultima instancia:
La poesía renace en una guarida de alucinados.
Conclusión:
se te va la vida
en lo que no dices y en lo que no haces.
Te queda muy pequeña, la muerte.
© Héctor Miguel Ángeli
6 Comments:
Fantástico poema, Hector, un verdadero recorrido por la sin razón de las palabras en la que encuentra la razón, o al menos alguna, el poeta y su visión del mundo
Un gran abrazo
Alfredo Palacio
Bueno Héctor que decirte, si el día de la presentación de mi libro y de tu lectura de SADE me encantó tu poesía toda y ahora tu presencia aquí, con este poema lo corrobora. Dices cosas tan interesante, como eso de que nos gana la belleza...y que la poesía renace en una guarida de alucinados. También a tu verdad, a esta, le ganó la belleza.Un abrazo.
Lily Chavez
Interesante juicio, una sabia conclusión "se te va la vida / en lo que no dices y en lo que no haces" y una generosa reflexión "Te qued muy pequeña, la muerte."
Muy bueno.
Luia Albeto García
"Cómo gasto papeles recordándote,
cómo me haces hablar en el silencio,
cómo no te me quitas de las ganas
aunque nadie me ve nunca contigo.
Y cómo pasa el tiempo que de pronto son años
sin pasar tú por mí, detenida"
hablamos de canción, de poesía, de amor, que es lo mismo, y este verso de Silvio que de alguna manera se acopla a lo que siente el poeta...
"Te doy una canción como un disparo,
como un libro, una palabra, una guerrilla:
como doy el amor."
Así damos el poema...
Me encantó!
Héctor Miguel: muchas veces se escriben palabras que, en ese momento, se saben inconsistentes. La lucha debe ser para lo posible pero...nunca caen en saco roto y así pasamos por la vida, hasta el gran momento de la trascendencia.Lindo poema. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Querido Hector, maravilloso como todos tus poemas. Jorge Hirsch
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