22.12.08

Poema de Paolo Astorga


BALADA PARA YESELYN

Desnudo, aquí me tienes, las sombras extrañándote otra vez
han desafiado a todos los muros,
mientras él se preguntaba a qué hora abrirías tu sexo
como una boca que irremediablemente será triste, oceánica, infame,
qué tardío será el día,
me han destronado nuevamente los búhos de mi absurdo dolor
mientras escribo aplausos y voces de ovación
para que me arrastren los mismos placeres, la misma sonrisa fingida,
qué triste será el infierno al anochecer una promesa diluida en tus cabellos,
ya lo sabía, miro a tus manos purificando una memoria
y me dices qué asco, qué asco es verte,
pero tú ya sabes que mi ojo retumba como un violín atravesado por espadas
sabes que he llegado sucio y sudoroso a tu coronación,
eras un incendio, una gran ciudad imperceptible, deshabitada,
y yo quise tirarme de aquel quinto piso de un edificio blanco
un 28 de enero de 1999,
ya me veías, reías de mí, de mi fingida oscuridad
y el corazón que se quejaba de un frío tremendo entre las sienes.
Escupiste en medio de la pista
y me gritaste: “así pagamos las vírgenes”
La niebla te había hecho luz;
un extraño corazón
fuera del universo.

© Paolo Astorga

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy bueno, heridas tristezas.

gladis

22.12.08  
Blogger La Soñadora said...

Buen poema

Erika

31.12.08  
Blogger Nerina Thomas said...

uuuuuuuuuuu.qué poema amigo!! Duro, triste,fuerte el mismo.
Felicitaciones

27.5.10  

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