Prosa de Sonia Quevedo
AL REGRESAR LOS PENSAMIENTOS...
Caminaba sin afanes para pensar despacio; los ojos más allá del firmamento se perdían siguiendo la huella dejada por las aves migratorias en invierno.
Poco a poco, se fue haciendo claridad, y la imagen capturada, una cara pálida inexpresiva y mustia con la mirada distorsionada, lejana y triste; detuvose hasta encontrar en un punto fijo entre pasado y presente.
De los ropajes sólo jirones quedaban recubriendo la apergaminada piel, como también, sus alargados, deteriorados y delgados huesos.
Sus cabellos resecos y en desorden sobre el demacrado rostro caían cual raídos visillos, permitiendo a las frías cuencas fijarse sobre la tierra húmeda; a medida que el hollín, el asfalto y la greda, camuflaban la tristeza.
Pasó largo rato con la mirada extraviada entre melancólica y ausente, hasta lenta y dolorosamente, alejarse tras las aves acortando la distancia para acercarse al olvido.
Regresaron los pensamientos; se liberó el firmamento para retomar su figura pálida, cansada y mustia; los jirones de piel apergaminada y reseca se integraron al espacio; y las aves migratorias, se adentraron planeando en el infinito azul profundo.
© Sonia Quevedo
3 Comments:
Siento en éste, como si alquien me hubiese arrancado, "robado" algo desde lo más profundo de mí...una imagen, tal vez la voz que me acompaña desde la trasmigración y no sé si me gusta sentir eso, duele mucho...
Sensiblemente, Fanny
Sonia: cuántas imágenes desde ese mirar triste, despojado, que todavía veía la ...tierra hùmeda" y todo ese extravío nadando en la tristeza. Ese final de elevación está muy bien expresado. Me gustó, un fuerte abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Ese pensar despacio que atrae imágenes un poco disociadas en tiemplo y espacio, dejan en el espíritu un movimiento desolado. Muy bien descripto, propio de una sensibilidad esepcial.
MARITA RAGOZZA
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