Poema de Cristian Gentile

Solos

Ambos hemos elegido el camino incorrecto.
¿Quién abrirá la puerta que nos libere?
Me hago la misma pregunta todas las noches.
¿Quiénes seremos si descubren nuestro mundo?
Aunque no sé si existe allá afuera algo que nos saque de aquí dentro.
Pase lo que pase y lo queramos o no, nuestra mala elección envolverá nuestros pasos.
¿Quiénes nos guiaron que nos perdimos tanto?
Llegaste al mismo lugar que yo y ambos vivimos de sueños.
Ninguno tiene nada
Los dos somos iguales, a pesar de ser diferentes.
El destino no importa; si aquí no lo hay.
Si las miradas que nos rodean solo cargan con sus tristezas
Estamos muy lejos de todo
Lo único que poseemos es que cada uno ilusiona su libertad.
Hay una imagen que vuelve y la traigo para que el tiempo no la borre.
Ojalá y supiera decirte si todo terminará pronto.
Me gustaría ser valiente, incluso ser un poco como ellos;
Pero el temor escarba en mis heridas.
Se que te quitaron mucho en la vida y en eso también te me pareces.
Se que mereces más que todo esto. Más que sólo esto.
Y cuán injusto es el mundo contigo.
Tu alma descansa cuando contemplas el calendario, de pie frente a él.
Que pareciera regir la suerte de tus días. Y deseas que pasen los minutos.
Y buscas ese día que te haga feliz o hablas conmigo aunque sea en lenguaje de miradas.
Y qué contento me pone conocer ese idioma sagrado.
Mi descanso no tiene calendario ni día, solamente tengo esas miradas.
En algún momento deberemos salir de nuestra trampa.
Y en esta noche sumo a mis preguntas
¿Qué nos pasó para caer en ella?
No deseo saber tu historia y ni tú la mía.
Es que aún si quisiéramos el presente no nos dejaría regresar al pasado.
Qué nuestros son algunos momentos, en los que te invento historias
y finges que las crees y nos divertimos con tan poco.
Ojalá no tuviéramos que esconder nuestra risa
cuando llegan los ojos fríos, con sus tristezas.
No caigamos en la realidad.
Creo en casi nada y no deseo demasiado. Sólo espero a verte cuando empieza el día, que espera cada mañana en la frialdad del almanaque.
Si no te viera, no podría huir como huyo en tus ojos. Si no supiera que voy a verte, ni siquiera saldría a ese mundo de abismos que nos tocó.
A menos de que me entere uno de estos días, o que me digan, que eres libre y así tendría sentido estar atrapado. Y únicamente por ti, en algún rincón de mi alma buscaría una sonrisa.

© Cristian Gentile