7.1.09

Poema de Graciela Caprarulo


las he visto
danzaban en los bosques
paganas, desnudas, peregrinas
todas ellas mujeres de mi sangre

nutrían con sus pechos a un linaje
de guerreros y de magos
plegaban sus intensas cabelleras
diosas ocultas detrás de los telares

habitaban la Noche, los sueños
guardianas del fuego y de la lluvia

danzaban a la luz de las estrellas
y de sus cuerpos les crecían alas
brazos les crecían
colas de sirena, ojos ambarinos

danzaban y aullaban a la luna
mezclaban las sustancias del bosque
en sus calderos
el almizcle y la sal
raíces de mandrágora

las he visto arder en las hogueras
aullaban su furia
arrullando cachorros de leones
acunaban los huesos

soles nacieron de sus manos
y de sus labios
brotaban pétalos como canciones

la tierra sembró sus holocaustos
y aún desde las piras guardaban los misterios

la Noche en que fueron devoradas
dragones desatados custodiaron sus reino
desde allí regresan insepultas
renacidas en cada primavera

© Graciela Caprarulo

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hermoso poema. Del territorio del mito y la noche viene esa estirpe, siempre regresando, para que el fuego se apague y la lluvia no cese.
"soles nacieron de sus manos / y de sus labios / brotaban pétalos como canciones"
Me gusta, tiene el ritmo de antiguos de antiguas invocaciones.

7.1.09  
Anonymous Anónimo said...

¡Excelente tu poema, Graciela! Y ese cierre tan esperanzador de saber que esas mujeres míticas renacen en cada primaver.
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León

9.1.09  
Blogger fanny said...

Abro este pooema y me florece por su piel, Romiglio Ribero.

Gracias por la tocaya remebranza.

Sensiblemente Fanny

10.1.09  
Anonymous Anónimo said...

Los ancestros renacen con forma de palabra. Gracias por recordar. Un abrazo. Antonio.

12.1.09  

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