Poema de Leonor Silvestri
Blanquita, te quiero
amiga mía
compañera de vida pasada
la cama el sol el balcón francés
cuando llegaste a mí no me di cuenta
me habías adoptado
yo no te quería
lo acepto
-puede una madre decidir qué hijas ama-
y vos,
compartiste tu guarida de ocelote
para que me resguarde.
tu vehemencia
tu apachorramiento
me fue ganando.
hoy,
si la casa se incendia
no sacaría papeles estampados
escaparía con vos
en mis brazos por la ventana
nadando.
© Leonor Silvestri
2 Comments:
amor incondicional para aquellos que nos aman en silencio y piden poco, solo dan!
Un abrazo
Entre el arte y la vida, elegirías la vida, Leonor. Coincido contigo.
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León
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