Poema de Bibi Albert

USURAS

Hay usuras que nunca se acaban de pagar.
La de los prestamistas del amor, sin ir más lejos,
que no tienen bastante aunque vendamos
el mismo corazón que hipotecamos.
La ilusión que se fía hoy no mañana sí.
Y está la dignidad,
que se consigue escasa,
y cuando se la usa
-porque se la ha soñado como a una casa propia,
porque nos queda bien con la sonrisa y la mirada larga-,
es tan alta la cuota
que se deja la sangre en el camino
como un rastro indeleble de Hansel al revés:
no se lo lleva el viento y ayuda al enemigo,
el peligro mortal que va comiendo
de a mordidas feroces el talón de los sueños.

Hay usuras que nunca se acaban de pagar.
Y hay usureros
sin cueva y sin joroba,
vampiros, financistas
que nos salvan la muerte a costa de la vida.

© Bibi Albert