14.8.09

Poema de Lidia Vinciguerra


Y sucede que mira por encima del asombro.

(Retiene la tentativa del ojo bajo la fatiga de las apariciones)

Son acaso formas, objetos, vulgaridades:
ocupan un espacio despejado en su propia mirada.

Tiempo cruzado por señales. Empuña lejanía de muebles
heredados o adquiridos.

(El ojo paraliza su destino de Abubilla
y hacia adentro deja orillas funerarias)

Ella ni siquiera presiente el salto materno.
El útero dividido. El éxodo de un verano devorado por el vacío,
el otro, nombrado por la siembra.

Así el afuera. Desvelado y definitivo.
Así la casa graba sus tribulaciones y
huérfana de sanguíneas mitades
pulsa su indolencia.

© Lidia Vinciguerra

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ese tiempo cruzado por señales es el tiempo de infancia, sin lugar a dudas, Lidia.
Hermoso tu poema.
Besos y aplausos
María Rosa León

15.8.09  
Blogger ALICIA CORA said...

Hermoso poema Lidia, me devolvió algo de mi infancia y me hizo feliz. Un beso de Alicora.

15.8.09  
Anonymous Anónimo said...

Texto que llega al sentimiento aunque no utiliza las palabras que comunmente usa la poesía. Por ejemplo: En lugar de pena, dolor o angustia usa tribulaciones. Me gustó, Lidia, esa especie de sitanciamiento brechtiano que me llevó, entre otras cosas, a conocer al opupa opeps. Cariños.

Jorge Luis Estrella

23.8.09  

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