7.8.09

Poema de Natalia Carám


Malcolm

Maderos chamuscados
impregnan la infancia.
La voz clara/oscura
desgarra el grafema
y se oculta el nombre
estructurando
los resquicios prohibidos.
La caducidad latente
del predominio
se trastoca
desgajada, inmunda
ante el fanal nocturno
que por todos los medios,
por todos,
le anuncia su finitud.

© Natalia Carám
Foto: Horacio Farroni

3 Comments:

Blogger Ricardo Juan Benítez said...

Hola Natalia, daría que pensar, tal vez esa finitud, esa imagen entre nostálgica y decadente sea la de un pueblito que quedó sin su tren, con las vías como testigo mudo de lo que alguna vez fue progreso y esperanza.

8.8.09  
Anonymous Anónimo said...

¡Ay, la finitud de las cosas, cómo duele a veces, Natalia!
Creo que no terminamos de aceptar que no somos Dios.
Cosas de poetas...
Muy bello tu poema.
Un beso grande
María Rosa León

12.8.09  
Anonymous Anónimo said...

Hola Natalia: La dualidad impregna este poema, "la madera chamuscada", "la voz clara /oscura", muestran la lucha contra la "finitud" que es nuestra vida, y sin embargo, cómo brilla tu palabra que "desgarra el grafema".¡¡¡Muy logrado!!! Un beso grande de Irene Marks

30.8.09  

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