Poema de Eduardo Dalter
LA LLAMA
y el fotógrafo
Pobrecita; pero así, nadie
... la azota
ni la hiere; sólo debe andar
... disfrazada
como algunos de nosotros
... --en su caso
con un sombrero
... rojo
y una felpa bordada
... sobre el lomo--,
y así toda la tarde, en el
... borde
más arbolado de la
... plaza,
donde tantas gentes
... cruzan, conversan,
o se abandonan
... pensativas
en los bancos de madera,
... hasta que alguien
desea tener una foto
... de su niño
con una llama reluciente
... de colores,
y entonces todos se
... arraciman
y sonríen, y la llama, por
... un momento
libre del cordel,
... posa compasiva,
indiferente y bella
... para siempre.
© Eduardo Dalter
3 Comments:
La belleza de esa llama liberada, no es otra que tu palabra hecha poema para nuestro placer y admiración, Eduardo.
Un gran abrazo, con mi cariño de siempre.
María Rosa León
Tierno dulce emotivo arte de enseñar manifiestas amigo ,has logrado como nos tienes acostumbrado un poema maravilloso
Eduardo, tu poesía es una clase magistral de inspiración. Recuerdo cierto escrito de Córtazar dedicado a una mosca. En tu caso reparaste en esa pobrecita llama compasiva, indiferente y bella para siempre... como este poema.
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