Poema de Emilce Strucchi
Coquetea la impune
(le dan lo mismo hombres, mujer,
o chicos-viejos-jóvenes)
se entromete, se instala
construye jeroglíficos
-hermética o servil-
como una enfermedad arrastrada o sin cura
ni religión que nos proteja
¡poetatos!
a cuidaros
poetatos no absteneros
ni tan siquiera adentro del placard
o de algún otro embuste
si ella siempre te seduce o te atrapa
hilvana-deshilvana venas
entrelaza arterias sensuales
(sin cloroformo, morfina ni hashish)
que nos placen y duelen
como un escalofrío púbico
sufridorlujurioso
que miren, que nos miren
culminando, furtivos
como voyeures nunca identificados
voyeureados por ella que se ofrece y luego se arrepiente
y que pretende así satisfacernos
como un hilito de agua
para la nuestra toda
eternidad
reverendísima.
© Emilce Strucchi
3 Comments:
¡Qué maravilla tu poema, Emilce!
Creo que esa eterna seductora que coquetea impune no es otra que la poesía.
Aplausos y beso
María Rosa León
La poesía es así, muy buen poema.
besos
Elisabet
Emilce: En tu poema hay mucha verdad, ironía y humor. Saludos Irene Marks
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